Por: J. Ruiz Febus Washington, D.C. – Por un momento, Bad Bunny olvidó que no estaba en Puerto Rico. A pesar de encontrarse en un edificio de noticias en la capital de Estados Unidos, el icónico espacio de Tiny Desk se convirtió —bajo la dirección artística del propio Benito— en una ventana hacia la esencia misma de su tierra natal. Un rincón íntimo transformado en un homenaje vibrante a sus raíces. Acompañado por cuatros, congas y un despliegue de símbolos culturales, el artista puertorriqueño ofreció una presentación cargada de sentimiento y orgullo. Puerto Rico no fue solo el escenario invisible de su interpretación, sino el latido constante detrás de cada acorde y verso. Para Bad Bunny, la Isla del Encanto no es solo su inspiración; es su causa. Tras interpretar el tema “LO QUE LE PASÓ A HAWAIi”, el artista relató una parábola que dejó al público reflexionando. Un hombre, al escuchar su ensayo frente a la Casa Blanca, le comenta: “Es increíble que, después de cien a...