Por: J. Ruiz Febus
Fuente: Gizmodo
La NASA ha estado monitoreando de cerca una preocupante fuga de aire en el módulo ruso de la Estación Espacial Internacional (ISS), que ha estado ocurriendo durante casi cuatro años. Aunque la agencia espacial estadounidense asegura que la fuga no representa un peligro inmediato para los astronautas a bordo, ha reconocido que la tasa de escape de aire está aumentando constantemente.
Según reveló Joel Montalbano, director del programa de la NASA ISS, la tasa de fuga en el módulo de servicio del Zvezda se ha duplicado recientemente, pasando de una libra por día a un poco más de dos libras por día. Esta preocupante situación fue anunciada durante una rueda de prensa el miércoles, según informes de Política Espacial en línea.
La fuga fue detectada por primera vez por la agencia espacial rusa Roscosmos en agosto de 2020, en el módulo de soporte vital ruso Zvezda, lanzado a órbita terrestre baja en julio de 2000. Esta fuga se encuentra en un área crítica que contiene importantes sistemas de soporte vital para los astronautas.
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El incremento en la tasa de fuga coincidió con el lanzamiento de la nave espacial de carga Progress MS-26 el 14 de febrero, que se acopló al módulo Zvezda. Aunque la escotilla que conecta el módulo con la ISS estuvo abierta durante cinco días, desde entonces ha permanecido cerrada, mientras se trabaja para resolver la situación.
Tanto la NASA como Roscosmos han asegurado que la seguridad de la tripulación no está comprometida por el momento. Ambas agencias están colaborando estrechamente para identificar la fuente exacta de la fuga y tomar las medidas necesarias para solucionarla. Además, se ha recordado que este no es el primer incidente de este tipo detectado en la ISS en relación con el hardware ruso.
Con más de 20 años en órbita, la ISS ha sido un importante centro de investigación en el espacio. Sin embargo, con la fecha de retiro prevista para 2030, estos problemas ponen de manifiesto la importancia de mantener la estación espacial en condiciones óptimas hasta entonces, para garantizar la seguridad de la tripulación y el éxito de las operaciones científicas en el espacio.