Por: J. Talavera
En la primera semana de uso del revolucionario Apple Vision Pro, un auricular de $3,500, experimenté una transformación notable en la forma en que veo películas. Exploré diversas formas de disfrutar mis programas de televisión y películas favoritas en diferentes lugares, desde la comodidad de mi cama hasta la inmersión en entornos naturales. Aunque la experiencia inicial fue asombrosa, descubrí que el peso del dispositivo plantea desafíos para sesiones prolongadas, especialmente al ver películas en la sala de estar.
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El Vision Pro ofrece una versatilidad impresionante al permitirme ajustar la posición de la pantalla y crear una experiencia cinematográfica única en cualquier lugar con conexión WiFi. Sin embargo, la comodidad se ve comprometida por el peso auricular, especialmente al ver películas durante largos periodos. Aunque la calidad de la pantalla micro-OLED es impresionante, la falta de aplicaciones de transmisión optimizadas para el Vision Pro limita su versatilidad.
Explorar la proyección de una pantalla gigante en mi techo fue una experiencia inmersiva, aunque la presencia física del auricular afectó mi capacidad para disfrutar de aperitivos y bebidas de manera cómoda. A pesar de estos desafíos, la capacidad del Vision Pro para sumergirme en entornos cinematográficos, desde bosques nocturnos hasta orillas de lagos estrelladas, ha añadido una dimensión única a mi forma de ver películas, brindándome momentos de escapismo inesperados.