
Desde Mar-a-Lago, Donald Trump arremetió contra el juez Arthur Engoron y la fiscal general de Nueva York, Letitia James, tras ser condenado a pagar casi $355 millones por fraude inmobiliario, asegurando que apelarán la decisión. La sentencia también prohíbe a Trump servir como director de cualquier corporación en Nueva York durante tres años, entre otras restricciones.
La fiscal Letitia James celebró la decisión como un triunfo para la justicia, argumentando que se demostró cómo Trump y sus cómplices engañaron a instituciones financieras para su beneficio personal. El juez Engoron criticó la defensa de Trump, destacando la gravedad de los fraudes cometidos y ordenando el pago de intereses sobre la condena.
Trump, por su parte, insistió en que la investigación es una caza de brujas impulsada por el presidente Joe Biden y el Departamento de Justicia, a pesar de que fue iniciada por la fiscal James en 2019. Se espera que Trump apele la decisión, mientras que sus hijos también enfrentan restricciones por su participación en la empresa familiar.
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