Por: J. Ruiz Febus
El Vaticano anunció a último minuto que el Papa Francisco, de 87 años, no participaría en el Vía Crucis programado para la noche del viernes en el Coliseo de Roma, debido a preocupaciones sobre su salud debilitada. Según el comunicado oficial, esta decisión se tomó para preservar su bienestar de cara a la vigilia del Sábado Santo y la misa de Pascua del Domingo. Ante este anuncio, los organizadores retiraron la silla del Papa que estaba colocada frente al Coliseo, momentos antes de que comenzara la ceremonia.
A pesar de los problemas respiratorios que ha enfrentado recientemente, el Papa Francisco había presidido sin aparentes inconvenientes la misa del Jueves Santo en una cárcel de mujeres de Roma, así como la ceremonia de la pasión de Cristo en la basílica de San Pedro el viernes por la mañana. Esta no es la primera vez que el Papa cancela su participación en el Vía Crucis; el año anterior también se ausentó debido a complicaciones de salud.
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Se esperaba que este Vía Crucis fuera particularmente personal para Bergoglio, ya que había escrito las meditaciones de las catorce estaciones por primera vez. Estos textos reflejan las preocupaciones del Papa sobre temas como la guerra, la violencia contra las mujeres y la justicia en la era digital. El evento en el Coliseo es una fecha significativa en el calendario católico, atrayendo a miles de fieles de todo el mundo que se congregan con velas en un acto de profunda reflexión.
Jorge Bergoglio ha enfrentado varios problemas de salud en los últimos tiempos, incluida una operación abdominal en 2023 y problemas crónicos en las rodillas. Además, ha lidiado con infecciones respiratorias recurrentes en los últimos meses. Estos desafíos de salud han generado preocupaciones entre los seguidores de la Iglesia católica sobre la capacidad del Papa para cumplir con sus funciones pastorales en medio de su deterioro físico. Sin embargo, su determinación y dedicación siguen siendo ejemplares para muchos fieles en todo el mundo.
Fuente: DW - US LATM