Por: J. Ruiz Febus
En el centro de México, específicamente en un hospital de la ciudad de Cuernavaca, ocurrió un atroz suceso el martes pasado. Hombres armados ingresaron al centro médico y acabaron con la vida de un paciente, quien había sido ingresado por una herida de bala. La víctima, un joven de 23 años, no pudo escapar de este fatal desenlace, a pesar de estar bajo cuidados intensivos.
Las autoridades de la fiscalía del estado de Morelos, al sur de Ciudad de México, confirmaron el hecho, destacando la gravedad de la situación. Este tipo de homicidios dentro de instituciones médicas no son comunes en el país, pero tampoco son hechos aislados, lo que genera preocupación y alarma entre la población y las autoridades.
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Este no es el único caso de violencia en hospitales que ha sacudido a México en los últimos tiempos. Apenas un día antes, en un hospital del estado norteño de Sinaloa, se reportó un incidente similar. Un sujeto disfrazado de médico intentó asesinar a un paciente mediante una inyección, sin embargo, su plan fracasó.
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La violencia ligada a bandas criminales en México ha alcanzado niveles alarmantes, y los hospitales no son territorios ajenos a esta situación. Las organizaciones delictivas no dudan en utilizar cualquier medio para eliminar a sus rivales, incluso si se encuentran en un lugar destinado a salvar vidas. Este modus operandi no solo pone en peligro la seguridad de los pacientes, sino también la de los profesionales de la salud y el personal médico.
Las autoridades mexicanas enfrentan un desafío considerable para garantizar la seguridad en los hospitales y proteger a quienes buscan atención médica. Se necesitan medidas urgentes para prevenir futuros actos de violencia en entornos hospitalarios y garantizar que estos lugares sean santuarios seguros para todos.
Fuente: Primera Hora